Una agrupación de científicos elaboraraban una serie de pruebas al cuerpo del obispo Peder Winstrup, que fue sepultado hace algunos 350 años, pero al abrir el ataúd descubrieron una sorpresa: ¡el cuerpo de un bebé escondido debajo de sus pies!
El cuerpo del obispo permanencia sepultado en la catedral de Lund, en Suecia, y cuando los científicos le elaboraron una tomografía computarizada se dieron cuenta de que un niño permanencia sepultado bajo unas capas de hierbas a los pies del cuerpo.
El ‘pequeño agregado’ es un feto de entre cinco y seis meses y se desconoce si tiene alguna relación familiar con el obispo, por lo que se le elaboraron unas pruebas de ADN.
El ataúd ya había sido abierto varias veces antes, e incluso un retrato en blanco y negro tomada hace un siglo muestra las perfectas condiciones del cadáver momificado, sin embargo el bebé había pasado desprevenido por motivo de que permanencia escondido entre las hierbas.
Los primeros estudios indicaron que Peder Winstrup pasó un largo periodo en cama antes de morir a los 74 años, en 1679, además de que sufría cálculos biliares, tuberculosis, neumonía y caries, así como una lesión en el hombro y problemas en la rodilla y cadera.
Los restos del obispo, sus vestimentas y las hierbas dentro del ataúd seguirán siendo analizados, así como el cuerpo del niño, para adquirir información de la vida y condiciones sociales del siglo XVII; posteriormente volverán a ser sepultados juntos, comunicaron investigadores de la Universidad de Lund.
Video:
Fuente: Muyinteresante